#06 Los discos de la semana 26
Un recorrido por mi semana a través de los discos que he estado escuchando
Foto de Travis Yewell en Unsplash
Esta semana, que termina hoy, se presenta un poco menos cargada en lo que a música se refiere. No en vano, he estado muy liado con la oposición al cuerpo docente de secundaria de la GVA, cosa que ha ocupado la mayor parte de mi tiempo. Además, a mitad de semana sufrí un grave percance con mi tocadiscos y he tenido que cambiarlo de urgencia, lo que hace que me haya quedado sin durante casi toda la semana (aun estoy esperando que me llegue)
A este respecto, quería compartir una experiencia personal. Yo nunca he creído mucho en el snobismo ligado al mundo del vinilo. Es verdad que, cuando te introduces en el mundo del Hi-Fi, puedes empezar a ver normales precios que, en cualquier otro contexto serian una locura. Cuando empecé, siempre fiel a mi idea de maximizar mis posibilidades con el menor gasto posible, opté por un setup de segunda mano: Un ampli Onkyo sin previo de phono, un previo Behringer, un plato Sony de los primeros noventa (de buenisima calidad) y unos altavoces JBL de Home Cinema que tenían las membranas estropeadas. En fin, todo muy cutre.
A medida que ha ido pasando el tiempo, he ido invirtiendo un poco en mi equipo. Primero cambie los altavoces, por unos Pioneer y luego los monitores del estereo y el subwoofer por unos Polk, el ampli pasó a ser un Denon S650H (con unos resultados sobresalientes) y me quedaba cambiar el plato. Ya me había gastado mucho dinero en todo esto y me entraron los remilgos, así que me hice con un TEAC TN 175 por un precio de 150€. A la larga, resultó ser un error gravísimo y algunos de mis vinilos me lo van a recordar siempre. No me malinterpreten, es un buen plato y reúne todas las bondades y el saber de una marca como TEAC. Monta una cápsula AT3600l de Audio Technica, tiene algunas características relativamente premium, como el previo de phono y en general responde de una forma muy solvente. Cualquier persona que reproduzca un vinilo de vez en cuando, encontrará en este plato un compañero ideal. Buen sonido, buen motor y bastante estético. Nada que objetar.
Sin embargo, no está pensado para un uso continuado y extensivo y aquí es donde aparecieron mis problemas. El brazo, de acero hueco y plástico, no cuenta con anti-skating y, con el paso del tiempo, ha ido perdiendo precisión. Esto, sumado a la bandeja, también de plástico y también hueca, ha terminado siendo una condena para muchos de mis vinilos. Así que, con mucho pesar, he tomado la decisión de, aprovechando una tremenda oferta en mi tienda habitual, cambiarlo por un Pro-Ject Primary E que, también se sitúa en el segmento de entrada pero por sustancialmente por encima en prestaciones (y en precio, fuera de oferta cuesta unos 279€, casi el doble): tiene anti-skatting, la bandeja es de polímero y una sola pieza maciza y el brazo está fabricado en una aleación de aluminio mucho más precisa y de mejor calidad. Además, monta una capsula Ortofon cuyo sonido, personalmente, aprecio mucho. Con todo esto en mente, mi consejo es que si vas a reproducir vinilos de forma continuada y te importa el estado de tus vinilos, siempre es mejor un reproductor de buena calidad que uno barato. Aunque no hay que perder de vista que, siempre, lo más importante de todo es guiarte por tus necesidades, siempre siendo sincero y no comprar con el precio como único criterio. Al final, lo barato sale muy caro y la mayoría de las veces es irreversible.
En lo que a música se refiere, no hemos tenido ninguna novedad, así que he optado por recuperar cosas que se habían quedado pendientes. He seguido profundizando en WOODS, ampliando mi amor al Bend Beyond y no he tenido ni un minuto para escuchar el Come on Feel, así que hablaré de él la semana próxima. Como de costumbre, mis discos pueden ser consultados en Bandcamp y la lista completa de lo que he estado escuchando esta semana puede ser consultada aquí, aunque. a continuación, voy a comentar algunos de los discos.
Motomami (2022) - Rosalía
Es la segunda vez que aparece reseñado aquí. Jamás pensé que ese primer puesto se lo fuese a llevar Rosalía. Mientras sigo decidiendo si es un buen disco o si me gusta o no, hay temas que me parecen verdaderas joyas como es el caso de Chicken Teriyaki, ABCDEFG, Hentai o Bizcochito y otros que me parecen aborrecibles como la FAMA y la que va justo después, este disco ha ido ganando presencia en nuestras vidas. Yo, tengo la costumbre de, todos los fines de semana, poner un disco para desayunar y como no es para mi solo, tengo que afinar muchísimo la selección.
Hasta ahora, solía ser siempre el de Random Access Memories, porque despierta mucho consenso en casa pero, poco a poco, Rosalía ha ido ganándose su hueco y ya no se limita únicamente a los fines de semana. Es poner los primeros acordes de Saoko y los cuellos empiezan a moverse y las palmitas a chocarse. Se ha ganado un lugar preferencial en nuestra vida y, cada semana que pasa, me da más igual si me gusta o no.
Ghosteen (2019) - Nick Cave and The Bad Seeds
Adoro este disco. Lo he adorado, desde el momento en que se publicó y disfruto todos y cada uno de sus pasajes. Para mí, es la cumbre de un artista con una visión de la música, la interpretación y su propia figura única e inigualable. Hace relativamente poco,
publicó un disco a disco:Tuve la oportunidad de revisitar la obra de Nick Cave y confirmar algunas de las cosas que siempre he pensado. La primera de ellas es que su material más canónico no me gusta, me cuesta muchísimo entrar en ese punto a mitad camino entre la testosterona mal y el punk blues que hoy me suena tan manido. La segunda, que sus discos más marcianos son puro oro. Celebro, con mucha fuerza, esa pulsión de trascenderse a sí mismo, esa capacidad de destruir lo que es Nick Cave y volver a salir victorioso y transformado. Así, para mi, Murder Ballads y la dupla que construyen Skeleton Tree/Ghosteen, además de Abattoir Blues, son las cumbres creativas de este artista que ya nunca me interesará más de lo que interesa Ghosteen.
Para mi, el grado de sinceridad que destila este disco es algo sublime. Una vez quitados todos los artificios, abandonados todos los intentos de cantar, de exagerar y de convertirlo todo en una caricatura de sí mismo, queda Ghosteen. Un disco recargado, porque Cave no sabe no serlo, pero en cierto modo austero. Esta contradicción, que atraviesa el disco en perpetuo diálogo, como lo será la dicotomía entre el pesar y la alegría, le otorga un carácter único y, para mi, muy atractivo. Lo mismo parece que te está hundiendo en el fango de la pena y la tristeza que te susurra al oído la anunciación, lo mismo está todo perdido y, en esa perdida, estaba el destino. Es una pena que se haga un poco largo hacia el final, especialmente en la segunda parte.
Lo he estado escuchando estos días, porque lo compré en vinilo justo antes de quedarme sin plato. Hacia un tiempo que iba detrás de él y me alegra mucho tenerlo a mano.
This Stupid World (2023) - Yo La Tengo
Tendría tanto que contar de Yo La Tengo, que no sé ni por dónde empezar. Este año, gracias al Discord de
al que invito a todo el mundo a unirse, he tenido la oportunidad de encontrar muchos sonidos que me eran desconocidos y muchos grupos a los que le tenía manía por razones absurdas. Yo La Tengo, probablemente, fuese uno de los más significativos. Por alguna razón ridícula, había decidido que no me gustaban y no los iba a escuchar nunca. Por alguna razón absolutamente ridícula, porque son un grupazo de talla titánica y este Stupid World, es una obra que merece toda nuestra atención.Para cuando salió, había estado inmerso en todos y cada uno de los discos que me habían recomendado en el Discord: I Can Hear, Popular Songs, And Then Nothing, Electr-o-Pura y Painful. Son muchos discos y no siempre es fácil hacerse una idea general pero entré en su obra, directamente, gracias al temazo que es And the Glitter is Gone, último tema de Popular Songs y de 15 minutos de duración. Ese sonido a lo Sonic Youth pero menos experimental y más preciosista me enganchó de forma automática. Que era esto que yo no había escuchado nunca. Cómo era posible que no hubiese reparado en esto, que parece hecho para mi. Ira Kaplan, parece que me está hablando a mi. Me convencí instantáneamente y, a partir de ahí, solo quería más y más. I Can Hear se convirtió en una experiencia absolutamente sobrecogedora: Sugarcube, Autumn Sweater, Little Honda y, sobre todo, Spec Bebop se convierten rapidisimamente en una parte fundamental de mi constelación emocional.
Y llegó This Stupid World. Uno de los que estará en mis discos del año. Un disco que, para mi, roza la perfección y del que no se me ocurre nada malo que comentar. Es absolutamente perfecto tal y como es. Personalmente, prefiero mucho más los temas de Kaplan que los de Georgia, hay un poco de dicotomía en este punto pero yo soy mucho más de la distorsión y las guitarras que del pop y este disco tiene partes experimentales que son increíblemente apabullantes. Para mi, los tres mejores temas son Sinatra Drive Breakdown, Brain Capers y This Stupid World. Pero, temas como Fallout o Miles Aways no se quedan atrás. Como conjunto, el disco está ordenado con una secuencia de lo más interesante en mente, lo que le otorga una cadencia sólida y bien diseñada. De esta manera, una vez terminada la experimentación de ese primer tema, transitamos por unas canciones más pop, convirtiendo la escucha en un transitar preciosista que se detiene de golpe en Brain Capers. Es maravilloso. He vuelto a él, porque lo he comprado en vinilo, aunque no lo he podido escuchar aún.
Omnium Gatherum (2022) - King Gizzard & The Lizard Wizard
Una semana sin su dosis de KGLW no es una semana completa y esta, no va a ser menos. Esta vez, nos hemos ido a uno de los discos del año pasado, el Omnium Gatherum. Este no lo conocía y me ha pillado un poco de nuevo. En lo personal, considero que es un disco un poco peor y, desde luego, no formará parte de mi tier personal de KG. Aunque, siendo sincero, casi todo lo que han sacado desde Murder of The Universe, con algunas excepciones, me parece algo prescindible y peor de lo de antes. No obstante, esto tiene una explicación y es importante matizar que empiezan a buscar en terrenos que me resultan menos evocadores. Especialmente, las partes progresivas y el jazz fusión, que se me hace pesado y poco inspirado. Prefiero mucho más su deriva garaje y heavy psych.
Sin embargo, este disco cuenta con The Dripping Tap que es, sin duda, uno de los mejores temas que han hecho.
Daydream Nation (1988) - Sonic Youth
Este disco es uno de los discos de mi vida. Es uno de esos pocos elegidos que tiene la capacidad de esculpir mi propia manera de relacionarme con la música. Podría ser que, incluso, mi manera de ver el mundo. No puedo resumir en un texto todo lo que hay de mi en Daydream Nation. Temas como The Sprawl, Eric 's Trip, Cross the Breeze, Total Trash o la Trilogía que cierra el álbum representa un estándar con el que comparo muchas de las cosas que escucho. Por ejemplo, This Stupid World.
Hace un tiempo conseguí hacerme con el vinilo, era uno de esos que quería con toda mi alma y, cuando lo vi a buen precio, no dudé en comprarlo y disfrutar de sus mieles en mi equipo. Desgraciadamente, es una de las víctimas de mi TEAC y ahora tiene un tema en el que suenan algunos pops. De todas maneras, siempre es un lugar al que vale la pena volver. Si no lo has escuchado, dale al play (y ten paciencia), no te arrepentirás.
Everything Was Beautiful (2022) - Spiritualized
Everything Was Beautiful es el último disco de este grupo que siempre he apreciado y siempre he disfrutado, aunque no soy ningún experto en su obra y menos aún en su historia. Los descubrí en los años de investigación, en mi adolescencia tardía, con ese Ladies and Gentlemen We Are Floating in Space. Este disco, me abrió las puertas a un mundo que me era muy ajeno, pero en el que había algo maravilloso que no entendía mucho y me atraía. Por esta razón nunca indagué más y pasaron los años. Volví, muchísimas veces, al Ladies, pero nunca profundicé más allá hasta que llegó Everything Was Beautiful el año pasado. Para mi, fue uno de los discos del año pasado y una obra tan redonda que lamento que no cuente con una aclamación popular más completa y decidida. Si esto no es un disco de excel, no se que lo es. Todo, en este disco, es precioso, agradable y evocador. Una experiencia maravillosa y una píldora de bienestar casi perfecta.