#12 Informe de la semana 39
Un recorrido por mi semana a través de los discos que he estado escuchando
Foto de Natalie Cardona en Unsplash
Vuelvo, con fuerza, a intentar establecerme en la publicación de los martes, en parte, porque me gusta cerrar los domingos y no, como he venido haciendo estas semanas, los lunes. Esta semana ha sido menos intensa que otras, se puede observar en la total carencia de música el lunes y el martes. En primer lugar, personalmente, he tenido una serie de circunstancias que me han complicado mucho la existencia, pero la más importante de todas es que sigo sin estereo. Los altavoces de Alexa están bien, pero no es lo mismo y escuchar música de continuo no es nada satisfactorio. Me sigue pareciendo increible que mis altavoces de ordenador Creative, con más de 20 años, ofrezcan una mejor experiencia de sonido.
Por otro lado, han ocurrido una serie de cosas en el mundo cuyas implicaciones pueden ser nefastas, o no. Estoy un poco expectante. Este jueves, Epic Games, anunció una reestructuración que se saldó con casi 900 despidos y la venta de Super Awesome y Bandcamp. Esta última, además, ha sido adquirida por una empresa, Songtradr, que se dedica a la gestión de catálogos digitales, por lo que la jugada parece maestra. Ahora, queda ver cuáles van a ser las líneas por las que se va a mover en la gestión de la empresa. Hay motivos para preocuparse, el equilibrio sobre el que se cimenta BC es frágil y se basa en el respeto a todos los que participan en los diferentes intercambios. Los artistas, cobran por sus productos y los usuarios, obtenemos discos en buena calidad (lo normal es que sea calidad CD) y a un precio más que justo. Por otro lado, hay una sentencia contra google por el cobro de comisiones, que debería aparecer pronto y que podría significar el aumento del precio de los discos. Sin embargo, también hay motivos para estar relativamente tranquilos, al menos, de las intenciones de Songtradr. El tiempo dirá como se resuelve todo esto y, esperemos, sea para bien. Personalmente, Bandcamp ha sido un balsamo en mi relación con la música frente al modelo de suscripción. Si, es cierto que es más caro, pero también permite una relación de igual a igual, muchísimo más lenta y selectiva que en otros espacios. Gracias al uso de BC, he tenido la oportunidad de adquirir los discos que me gustan, de forma legal, sin tener que pagar millonadas y dedicar mis esfuerzos a escucharlos sin injerencias de algoritmos, tal y como entiendo que debe ser escuchada la música. Estaremos pendientes e iremos informando.
En otro orden de cosas, no quería dejar pasar la oportunidad de recomendar el substack de
e invitar a todo el mundo a que se haga suscriptor. Este 30 de septiembre, cumplí mi primer ciclo anual (e inicié el segundo) y no puedo estar más satisfecho con lo que publican, la línea editorial y todo lo que significa. Si no apoyamos propuestas como la suya, o este espacio, corremos el riesgo de perder toda oportunidad de acceder a un pensamiento crítico o, sencillamente, diferente y eso, hoy en dia, seria una lastima. Siempre he creído en aquella estrofa de Ofensiva Tutupá, de mis queridos Orxata Sound System y, colaborar con proyectos como el de o Bobo Integral es, para mi, un acto de resistencia.mitjans de contrainformació
revistes, fanzines, diaris
grups de música, individus, col·lectius
armes d’un pensament crític i antiautoritari
suport a qui comença... ofensiva tutupà!
Para este informe, he cumplido más o menos con mi programación semanal y puedo comentar mis principales impresiones sobre los discos que me propuse la semana pasada a falta del de Wednesday y el de shame, llegarán, y el de Rock Action, sobre el que volveré con más calma. Como de costumbre, mis discos pueden ser consultados en Bandcamp (hay nuevos) y la lista completa de lo que he estado escuchando esta semana puede ser consultada aquí, aunque. a continuación, voy a comentar algunos de los discos.
Remain in Light (1980) - Talking Heads
https://music.youtube.com/playlist?list=OLAK5uy_mp47J91hT6UN37i_C0NH0iRygd7kFs_O8
Antes de decir nada sobre este disco y, a modo de confesión hiperbólica, no soy nada fan de los sintetizadores. Me molesta. Es un ruido que, normalmente, me repele. En parte, por esto, he sido muy reacio a la música de la década de los 80, donde es el absoluto rey. Aunque todo va cambiando y, cada vez más, me doy cuenta de que los 80s son la década larga y, por tanto, de dónde viene casi todo. En este sentido, Remain in Light, es todo un referente que hay que conocer y aprehender, de aquí salen muchas cosas que van a ser determinantes e influyentes durante muchísimos años, aún hoy encuentran reflejo en discos como Bright Green Field.
La década de los 80, pues, se abre con este Remain in Light y unos Talking Head, acompañados de Brian Eno, en pleno estado de gracia. Aquí, podemos encontrar muchas cosas y muchas decisiones que, por sí solas, podrían haber resultado un pastiche o haber quedado mal y, sin embargo, todo el conjunto es absolutamente coherente y unificado. No falta nada, no sobra nada. En plena eclosión New Wave, pasado el fervor Punk de los años previos y superados los años de la economía de medios (volverán, más adelante en otros contextos), empezaron a aparecer propuestas como la de Talking Heads en la que se entregan a la experimentación y la mezcolanza en un intento de expandir su visión particular del punk para llevarlo a nuevos horizontes. En este sentido, la importancia de David Byrne, del que no soy un experto y nunca le había prestado tanta atención como esta semana, emerge como un referente absoluto. Una de esas personas que son capaces de percibir la trascendencia de lo que se traen entre manos, confiar en ello y atreverse a publicarlo. Porque, para mi, si algo define a este disco que nos ocupa es eso, el atrevimiento. Es puro coraje.
El sonido general del disco, es una especie de amalgama de cosas, a primera vista, inconexas. Tiene unas líneas de bajo, fuertemente marcadas en especial en los primeros temas del disco, que parecen sugerir que es un disco de funk y una omnipresente presencia de un sintetizador que le va acompañando. Esto le vale la percepción de que es un disco de afrobeat, algo muy discutible en mi opinión (probablemente me falta información). Sin embargo, a medida que va avanzando, la influencia punk se va haciendo con el disco, siendo The Great Curve, un temazo absolutamente sideral de más de 6 minutos, la principal arena en la que su sonido se transforma y, de repente, la amalgama inicial cristaliza en algo completamente nuevo, por momentos épico, en Once in a Lifetime, para volver a disgregarse en una especie de influencias casi reggae en Houses in motion. Podríamos esperar que el disco parara de mutar, pero no. Para las siguientes canciones, especialmente Listening Wind, evoluciona hacia una letanía que parece sugerir un rezo y sigue hacia nuevos horizontes. En definitiva, su escucha se convierte en una experiencia transformadora, una auténtica explosión mental, como si fuera una bolsa de peta zetas rebotando por tu mente, cuyos efectos son absolutamente impredecibles. Conocer este disco, por ejemplo, me ha hecho darme cuenta de lo absolutamente geniales que son los dos de Squid o mi adoradísimo For The First Time de Black Country, New Road. Para mi, no siempre acierta en todo, tiene momentos en lo que me carga un poco, pero luego se expande otra vez y se transforma y me doy cuenta de que este, es uno de los grandes discos de la historia de la música. Un artefacto único e irrepetible.
Olé! Tarantula (2006) - Robyn Hitchcock & the Venus 3
Llegué a este disco, y al siguiente, de la mano de Frode Strømstad y The No Ones, no en vano, Venus 3 son Scott McCaughey y Peter Buck. No había escuchado nada de Robyn Hitchcock y, en términos generales, estaba absolutamente fuera de mi radar. En el último año, he intentado evitar a toda costa enfrentarme a nuevos discos y nuevos artistas sin tener el contexto necesario, porque no me gusta perderme la información conexa y arriesgarme a desechar cosas que pueden ser verdaderas joyas, como me ocurrió con American Waters y otros. Pero no siempre me da tiempo para prepararme todos los discos que escucho y este es uno de esos casos. La primera vez que lo escuché, pensé que tampoco era para tanto.
Su sonido, se sitúa en algún lugar entre la música de todos los participantes. Siendo su base muy de cantautor, Robyn Hitchcock pone la mayoría de las composiciones, pero con una pulsión muy inclinada al Power Pop adulto y seguro que practican los Minus 5. De esta forma, el resultado final parece una suerte de pop, a veces muy rock y otras algo psicodélico que destaca por ser agradable y altamente disfrutón. Sin embargo, las primeras veces que lo escuché se me pasó, sin enterarme mucho de lo que estaba escuchando y, la verdad, me pareció un poco insulso. Nada más lejos de la realidad, es un disco de lo más entretenido e interesante de escuchar. Temas como Belltown Rumble, que cuenta todo un paseo por la ciudad de Seattle de lo más divertido, Adventure Rocket Ship, o la que le da nombre al disco, ponen de manifiesto su valía. En este sentido, es importante mencionar que el disco mejora sustancialmente si atendemos al apartado de las letras, algo que yo no he tenido tiempo de hacer más que en el caso de Belltown Rumble. En conclusión, es poco probable que se convierta en el disco favorito de nadie, pero vale la pena dedicarle algunas escuchas atentas: en los detalles se sitúa su belleza.
The Lonesome Death of Buck McCoy (1997) - The Minus 5
Siguiendo la estela de Frode, llegué a The Minus 5, el grupo de Scott McCaughey y Peter Buck. Originalmente, lo iba a poner delante del de Robyn, porque me había gustado más. Pero, en las sucesivas escuchas, me ha resultado mucho menos interesante que el primero. A veces, hacer este tipo de ejercicios es complejo y siempre hay damnificados y creo que este disco ha sido el gran perdedor de esta semana, especialmente frente a la magnificencia de Remain in Light. Probablemente, vuelva en un futuro y revise mis propias impresiones porque no estoy del todo convencido. El pop, a veces, peca de tener poco gancho y en este disco creo que me ha ocurrido un poco eso.
No es un mal disco. Para nada. Es muy agradable a la escucha, tiene partes que destacan por su buena ejecución y, en general, es un buen disco. De la discografía de The Minus 5, es el primero en el que Peter Buck participa en todo su desarrollo. Este hecho, como es lógico, le da un empaque a todo el conjunto que es de agradecer. Sin embargo, a mi tal y como he señalado, no me ha despertado nada. Todas las veces que lo he estado escuchando, ha pasado sin más. Ahora, al escribir estas líneas, me siento incapaz de reseñar nada más de él. Volveré, más adelante, pero, hoy por hoy, no me ha resultado nada destacable.
Mogwai Young Team (1997) - Mogwai
La reciente publicación del último disco de Explosions in the Sky hizo que me entraron muchas ganas de volver a escuchar algunas cosas Post Rock. Esto, podría haberse quedado en un pequeño antojo, si no hubiese escogido bien y es que, el post rock, es un estilo que soporta mal el paso del tiempo. Sus desarrollos y su búsqueda estética, muchas veces al margen de cualquier impronta emocional es algo que, a la larga, solo puede terminar en ser agotador e innecesario. Ejemplos, hay muchísimos. Así que, aprovechando que Mogwai había publicado una reedición de su seminal Young Team y que se daban todas las condiciones para volver, me puse manos a la obra.
Hago un poco de trampa, porque de todos los grandes referentes del estilo, Mogwai, nunca han sido los más aburridos, ni los más densos o monolíticos. Este Young Team, obviamente, no lo es tampoco. Si bien reúne todos los grandes elementos del post rock, canciones largas, hay una de 11 minutos y otra de 16, discos largos, desarrollos largos y, en general, todo muy dilatado. No en vano, se desarrolla en esos momentos de alta incertidumbre de finales del S.XX y eso se filtra a través de este sonido tan característico. No es algo que encuentre mucho prodigamiento en Young Team. Al contrario, se trata de un disco significativo que ayudará a definir el futuro de un sonido que tendrá mucha relevancia durante los primeros dosmiles y entre los que se encuentran algunos de los grupos que más importantes de ese periodo, como son Godspeed You! Black Emperor, Sigur Ros, o los mismos Explosions in the Sky, entre otros.
Volver a él, más de 15 años después de mis primeras veces, me ha resultado una experiencia parecida a volver a un hogar, del que menos mal que me fui. Este Young Team, es un disco tremendo que ha soportado muy bien el paso del tiempo. La banda de Glasgow siempre ha sido una de las que más talento y menos reparos para introducir nuevos elementos han tenido. No obstante, no será en este primer disco que destaca por la economía de medios y se limita casi exclusivamente a guitarra, bajo y batería, por prescindir, prescinden incluso de las voces. De esta forma, solo aparecen en algunos temas como es el caso de R U Still 2 it (Aidan Moffat de Arab Strap) y voces grabadas del teléfono en Tracy o leyendo en Yes! i Am a Long Way from Home. Toda la atención del oyente, pues, se centra en los intrincados y sugerentes desarrollos que componen este disco y que, contrariamente a lo que se tiende a pensar, van mucho más allá de un mero ejercicio atmosférico. Que no nos lleve a engaño su propuesta, este disco presenta un reto de lo más interesante y constituye una muestra de pura emocionalidad rica en matices en los que dejarse llevar. Ha valido mucho la pena volver, aunque sea por un día.
End of the Century (1980) - Ramones
https://music.youtube.com/playlist?list=OLAK5uy_lyC3AJkd5PLhWyr80lC32_fGBA-zQwERs&si=tBgqvhNACS4Q-gmS
Cada pocos meses, vuelvo a los Ramones. No es casualidad, esta banda es la responsable de tirar muchos de los muros que separan los diferentes estilos de música que me gustan. Ellos son uno de los grandes referentes del punk neoyorkino y, como tal, uno de esos grupos que suelen aparecer una y otra vez. Su importancia es capital por muchísimas razones pero, para mi, destacan por su capacidad para recuperar y modernizar el sonido de las bandas de garage de los 60 y convertirlo en el sonido característico del Punk Rock. Un sonido divertido, socarrón, físico (en el mismo sentido en que lo señalaba con Mudhoney) y siempre fresco. Para la posteridad, algunos de sus grandes temas, en especial de su primera época como es Blitzkrieg Bop. Aunque, y esto es de cosecha personal, creo que le debemos a este grupo, y a Iggy Pop, mucho de lo que florecerá en la segunda mitad de los 80, especialmente relacionado con la escena independiente norteamericana.
Para cuando llegamos a los años 80, Ramones ya se encuentran en su cima más alta de reconocimiento, han publicado ya cinco discos y llevan desde el 76 sin parar de encadenar éxito tras éxito. No sé muy bien los pormenores, pero para este End of The Century, Tommy Ramone deja definitivamente el grupo, siendo el primero que publican sin que tenga nada que ver, y se entregan a la producción del archiconocido y respetado Phil Spector, con el que las cosas no funcionaron demasiado bien. Esto se nota de forma clara en el disco, cuyo sonido presenta un refinamiento que, a primera escucha, me ha chocado mucho con el recuerdo que tengo de los Ramones del debut, o el Rockets to Russia, donde suenan crudos y directos. Aquí, al contrario, las canciones están claramente producidas y trabajadas, hay mucho esfuerzo en conseguir que la banda suene a su mejor versión e, incluso, conquistar cierta parte del mainstream de la época. Temas como son Rock’n Roll High School o la versión de The Ronettes (baby, I Love You), ambos dos de los tres singles, son claros ejemplos de este movimiento hacia el pop.
Con todo, me cuesta señalar este disco como fallido, a fin de cuentas es el disco de los Ramones con mejor desempeño comercial y, claramente, es atrevido en su composición al retratar a una banda en plena expansión. Sin embargo, me cuesta mucho entrar y conectar con un sonido que me resulta excesivamente ajeno y poco interesante. Todo lo que hace grande a Remain in Light, aquí le juega en contra y el disco termina siendo una especie de intento de domar a una banda que, a mi juicio, no necesitaba esta evolución y, a juzgar por sus reacciones, ellos tampoco lo piensan. Ahora, todo esto no significa que, con este disco, no sentasen las bases del pop punk cuyo reinado, a finales de los 90, será absolutamente incontestable.
Para la semana que viene:
Food for Worms (2023) - shame
Rat Saw God (2023) - Wednesday
Ahora (2023) - Melenas
Weezer (Blue Album) (1994) - Weezer
https://music.youtube.com/playlist?list=OLAK5uy_kGnC_fOVKPfQnJVKoensj-YtUfyJfOIPo
Coriky (2020) - Coriky